Bueno, Ernesto o de cualquier otra manera, ya lo decía Oscar Wilde. Es importante que nos identifiquemos, que nos reconozcan por nuestro nombre, que nos sepan escoger y, lo que es más importante, que quieran hacerlo. analizaremos aquí la importancia de la identidad corporativa.
Como puede leerse en esta comedia, «¡El placer, sólo el placer! ¿Hay otra cosa que mueva a la gente?». Indudablemente el consumo, la elección consciente y voluntaria de un objeto o un servicio deseado, es otra forma de placer.
Es por esto que la identidad visual corporativa es mucho más que un simple logotipo, un eslogan, un símbolo o una tipografía. Poseer una imagen positiva es uno de los intangibles más importantes de una empresa. Una compañía con una fuerte identidad tiene una base sólida sobre la cual se podrá construir su comunicación, multiplicando así su poder y fortaleciendo así la imagen de marca indispensable para asegurar su existencia. En la medida en que nuestra identidad sea transmitida correctamente, nuestra imagen se asemejará más a ella, consiguiendo que nuestros públicos nos vean como realmente somos, como queremos que nos vean.
La comunicación corporativa es el vehículo que traslada la identidad de la empresa hacia el objetivo final, que es la constitución de la imagen corporativa. Una imagen fuerte no sólo será importante en la relación de la empresa con sus clientes, sino con todos los públicos de la organización (tanto internos como externos). En este sentido, todos los mensajes que emite la empresa nos han de llevar con coherencia hacia el mismo objetivo estratégico.
El diseño gráfico es uno de los vehículos de los que la empresa se vale para establecer un vínculo con sus públicos, en tanto que éste no es más que la forma gráfica de decir al público quién eres, y qué haces. El diseño gráfico:
− Confiere personalidad a una empresa.
− La diferencia de su competencia.
− Posiciona la marca en el mercado.
Bien podría decirse que las empresas tienen alma (identidad), y que el logotipo, el símbolo y el logosímbolo son a la empresa lo que la cara a las personas: el espejo de ese alma que muchas veces está más oculta de lo que debiera.