Disney y Barneys, la cadena de tiendas multimarca de lujo de Nueva York, están dando mucho que hablar estos días con motivo de una campaña publicitaria que están preparando para Navidad. En ella, se presenta una versión extremadamente delgada de personajes Disney como Minnie, Daisy o Goofy, hecho que ha provocado una reacción inmediata en EEUU e Internet.

La campaña, denominada «Electric Holiday», prevé su lanzamiento el próximo 14 de noviembre, fecha a partir de la cual se publicarán carteles en los que podremos ver a Minnie, Daisy, Goofy, Blancanieves, la princesa Tiana, Cruella de Vil y Mickey Mouse vestidos con diseños de Lanvin, Dolce & Gabbana, Balmain, Nina Ricci, Proenza Schouler, Rick Owens y Balenciaga, respectivamente. De manera complementaria, la tienda Barneys que se ubica en la avenida Madison de Nueva York, acogerá un espectáculo de luces en 3D y la proyección de un cortometraje en la que podrá verse desfilando a los personajes anteriormente mencionados.

 

 

La controversia llegó, precisamente, cuando el equipo creativo de Barneys planeó el desfile de moda. Y es que, en palabras de su director, David Freedman, » la Minnie Mouse estándar no queda bien en un vestido de Lanvin”, motivo por el que presentó unos bocetos propios de las que se convertirían en las piezas finales de la campaña. A partir de ese momento, se desató la polémica en los medios americanos e Internet. Incluso se ha sumado a las críticas un grupo activista. Liderado por Ragen Chastain, «Leave Minnie Alone» («Dejad a Minnie tranquila») ya cuenta con más de 13.000 firmas, entre las que destacan la de varias actrices y expertas en trastornos alimenticios.

Tal y como puede apreciarse, la obsesión por estar delgado sigue estando a la orden del día, y más en lo que a temas publicitarios se refiere. No obstante, cuando se toman como modelos personajes adorados por los niños, ¿no creéis que se debería estudiar con más detalle el reflejo que puede tener en sus comportamientos?

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