En toda situación en la que hay niños presentes, vigilamos nuestro vocabulario. No queremos que se les pegue ninguna palabrota ni ninguna expresión malsonante. Pero por más que las evitamos, al final les escuchamos decir alguna. ¿Dónde habrá aprendido eso?, nos preguntaremos. Según Smart, la respuesta está en el siguiente vídeo:

Y ahí está la verdadera razón por la que los niños dicen palabrotas. Las aprenden de sus padres. Porque, «cuando conduces el coche equivocado, enseñas las palabras equivocadas».

Ni el colegio, ni la tele, ni su tío… Lo que aprenden lo escuchan de sus propios padres. ¿Qué os parece la manera que tiene Smart de mostrarlo? Sin duda es explícita, pero también graciosa. Y es que admitámoslo, aunque no esté bien, nos suele hacer gracia que un niño diga una palabrota. Para muestra, el niño que aparece enchaquetado al principio del anuncio. Con esa carita…, y esa boca. ¿Quién lo diría?

Con esta campaña tan directa, Smart anuncia su modelo Smart Forfour. A simple vista es uno de sus clásicos, pero esconde un interior apto para cuatro personas. Ya nos lo presentaban hace unos meses en una campaña jovial e informal, en la que nos descubrían todas sus cualidades y funcionalidades innovadoras: estilo extravagante y llamativo, máxima amplitud de giro para conseguir aparcar en los sitios más difíciles o doblar fácilmente cualquier esquina, asientos abatibles… Todo ello combinado con los rasgos característicos de la marca: modelo compacto y aspectos de diseño.

Fiel a su filosofía de marca, Smart nos tiene acostumbrados a una comunicación cercana, expresiva y joven. Gracias a estas claves, consigue diferenciarse de su competencia, normalmente más centrada en mostrar las cualidades de su producto. Con campañas como la que protagonizan estos pequeños, Smart conecta de una manera más directa y desenfadada con sus potenciales consumidores.

También te puede interesar:

Si te gustó, no dejes de leer...