Desde el primer día que entras en la Facultad, en la asignatura de Discurso Periodístico te dejan tres cosas claras: primero, la objetividad no existe, sí la veracidad; segundo, ordena los contenidos; tercero, haz atractivas tus noticias. Y muchos profesionales, con la idea de ser fieles a la tercera premisa, a veces se olvidan de la primera y la segunda: redactan noticias con titulares impactantes pero cuando empiezas a leer, éste no tiene nada que ver con el cuerpo del artículo. No sabemos si ésta será una buena estrategia…
¿Cuál sería la primera impresión que tendrías después de leer estos titulares?
> “Los terroristas de los atentados de Bombay recibieron ayuda de Bangladesh”. “Analistas creen que Pakistán no actuó sólo y que fue ayudado por India y Bangladesh” (elmundo.es, 5 de diciembre de 2008): al leer la noticia, te das cuenta de que sólo fue un ciudadano de Bangladesh el que ayudó a los terroristas, no el gobierno, como podría entenderse.
> “Cataluña celebra el “funeral” de la Constitución” (El país.com): si continuas leyendo el artículo averiguas que, aunque fueron las juventudes de distintos partidos políticos catalanes los que convocaron diversos actos para celebrar el 30 aniversario del referéndum de la Constitución española, sólo uno de ellos simuló su entierro…
Titulares poco claros como estos, además de confundir al lector, malinterpretan el contenido real de la noticia, haciéndolo poco explícito e irrelevante. Los titulares son la carta de presentación de la noticia y deben incluir y resumir el contenido de la noticia, ¡pero de qué sirve un titular impactante si no refleja la información!
Muchos de los artículos que leemos en los diarios o escuchamos en la radio o en la televisión, parten del Gabinete de Prensa de la empresa que emite esas noticias. Coca-cola, Pepsi, Movistar, BBVA… no salen en los medios porque al periodista les apetece, sino porque sus Gabinetes hacen su trabajo. Para que el público sepa de la existencia de la empresa, es necesario contar las cosas y, además, saberlas contar.
Un Gabinete de Prensa eficiente sabe cómo hacerlo: define perfectamente los mensajes que se quieren transmitir y a quién se deben contar. Escribir una nota de prensa no es fácil, sobre todo porque es el material del que partirá el periodista a la hora de hacer la noticia. El trabajo empieza en el Gabinete de Prensa: construir contenidos claros y veraces.