Mirada hacia un lado y hacia otro… y cruzamos. Admitámoslo, todos nos hemos saltado alguna vez un semáforo. Especialmente como peatón. Y no es de extrañar, según qué calle, eso de esperar a que se ponga en verde puede ser muy aburrido o parecernos innecesario. Total, si no pasa nadie…

Como habréis podido intuir, hoy la cosa va de semáforos, esa señal de tráfico con la que todos nos cruzamos a diario. En una campaña sobre seguridad vial, Smart se esfuerza en que le prestemos toda la atención que se merecen. Pero, ¿cómo conseguir que una persona permanezca atenta a un semáforo durante un minuto? Pues haciendo que el muñequito que aparece cuando está rojo haga algo que no esperamos. ¿Qué tal si baila? Mirad:

Si nos amenizan la espera de esta manera, el tiempo no se hace tan pesado, ¿verdad? Aunque esta campaña tiene algún tiempo, nos parece muy original la idea que han tenido para tratar de concienciar sobre la importancia de respetar las normas de seguridad vial. De hecho, desde Smart siguen moviéndola en redes sociales a través del hashtag #WhatAreYouFor.

Utilizar el semáforo como recurso para esta campaña es una opción que da mucho juego, pues plantear una acción en torno a él permite disponer del margen de tiempo oportuno para atraer la atención de los viandantes.

Tan cotidiano es este elemento que, a nivel de marketing, también se le ha sacado un gran partido. Tanto, que algunos semáforos se han convertido en iconos mundialmente reconocidos. Tal es el caso del «Ampelmann», el hombrecillo ataviado con sombrero que podemos ver en los semáforos de Berlín. Sin duda, un símbolo histórico de la ciudad alemana y una fuente de ingresos procedentes de la venta de merchandising de toda clase. Y es que, este hombrecillo tiene hasta tiendas propias. También curioso es el caso de los populares semáforos de la ciudad inglesa Akureyri, donde los corazones son los encargados de regular el tráfico. En el caso de España, en 2008 comenzaban a instalarse algunos semáforos en defensa de la igualdad que alternaban la silueta de un hombre y una mujer con falda. ¿Os acordáis?

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