Johnnie Walker ha lanzado una campaña de sensibilización que pretende que no se conduzca tras haber bebido. Con ella se recuerda la fragilidad de la vida humana, al presentarnos un coche de Fórmula 1 construido únicamente con vasos de whisky que se rompen en infinidad de pedazos.

 

The Glass Car es el nombre del spot para ‘Join The Pact’, una campaña internacional que busca el compromiso de nunca beber y conducir y que, en la actualidad, ya cuenta con más de un millón de promesas.

La fragilidad del cristals inspira este vídeo de 90 segundos, en el que 1.750 vasos se convierten en un magnífico coche de carreras. De gran belleza, pero fácilmente quebradizo si no se manipula correctamente, si no se actúa con precaución. Como la vida misma.

‘Join The Pact’ persigue alcanzar un millón de compromisos adicionales de “sobriedad al volante”, invitando a los consumidores de todos países del globo a hacer uso del hashtag #ImNOTdriving en las redes sociales. Para demostrar su compromiso con la iniciativa, Johnnie Walker garantiza proporcionar un millón de kilómetros de viajes en coche seguros de vuelta a casa.

Esta campaña ha sido realizada por la agencia Iris de Singapur y su spot ha estado dirigido por Russell Appleford, director y especialista en efectos visuales.

El director global de marca de Johnnie Walker ha indicado que esta iniciativa se enmarca en su plan de acción, que busca llevar “el beber de forma responsable” al centro de su asociación de ocho años con Vodafone-McLaren-Mercedes, la escudería de Fórmula 1.

La primera reacción de los consumidores ha sido muy positiva, pues ya se han facilitado gratuitamente más de 10.000 kilómetros de viajes de vuelta gracias a este espectacular vídeo, que refuerza el mensaje “no beber y conducir”, recordando a los consumidores que tanto en la vida como en la competición, el control lo es todo.

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