La Selección Española de Fútbol se vuelve a casa demasiado pronto. Con ello, se ven afectadas las marcas patrocinadoras, para las que la eliminación del equipo nacional ha supuesto un gasto real. Hoy tendrán que volver a cambiar su comunicación y abortar las campañas que, posiblemente, pensaron fueran más largas en su timing. Y es que cuando nuestros chicos pierden, no solo arrastran consigo la ilusión del aficionado.
A pesar de su nefasta actuación en Brasil 2014, la Selección aún contaba con un amplio acumulado de imagen para ser soporte publicitario más que efectivo. Mediaset compró los derechos de la Eurocopa para retransmitir los partidos de La Roja (entre otros). Ahora verá más que complicada la amortización de su inversión en la competición. La Selección ya no está y el público español bajará las audiencias.
Las marcas de La Roja
Por otro lado, la «energía de La Roja» que le proporcionaba Iberdrola se ha apagado, literalmente. La cobertura de Movistar se ha disipado en el aire con su «sentimiento selección». El sabor de Cruzcampo habrá perdido un poco ese factor «cruzial» que tenía hasta ayer. Air Europa «vuela algo más bajo» por España. Pelayo estará un poco menos enamorado del combinado nacional. Adidas no venderá las mismas camisetas rojas (o blancas) que la pasada Euro 2012.
Hoy ha debido de ser un duro día de cancelación de unas campañas. Con ellas, un desembolso económico que no generará los impactos que las rentabilicen. También Continental, Cabreiroá, Sanitas, ASM, LG y Emidio Tucci, (75 aniversario algo agridulce para El Corte Inglés) se verán afectados. Paralelamente, también todos aquellos que acoplaron a su marca la temática rojigualda bajo el concepto futbolístico.
A pesar de todo esto, tanto los aficionados como las marcas seguiremos siendo fieles a nuestra Selección. Esto tan sólo ha sido un pequeño paso atrás para tomar un gran impulso hacia delante.